El «Método en Colores» y el Acercamiento a la Música en Niñas y Niños con Síndrome de Down

El contacto de la niñez con las artes es fundamental para el desarrollo integral de los pequeños. En particular, la música puede convertirse en una herramienta poderosa para potenciar habilidades cognitivas, emocionales y sociales. En este contexto, el «Método en Colores» ha emergido como un enfoque innovador que permite a niñas y niños con síndrome de Down acercarse a la música de una manera inclusiva y adaptada a sus necesidades. Este método, respaldado por la Fundación Chile Violines y en colaboración con Edu Down y SENADIS, ha comenzado a implementarse en la región de Coquimbo, ofreciendo nuevas oportunidades para el aprendizaje musical

Orígenes y Filosofía

El «Método en Colores» fue desarrollado en la década de 1960 con el objetivo de hacer que la música sea accesible y divertida para los más pequeños. En lugar de utilizar la notación musical convencional, este enfoque emplea colores para representar notas y ritmos. Esta técnica visual permite que los niños comprendan conceptos musicales complejos de manera más sencilla, eliminando barreras cognitivas y facilitando un aprendizaje más efectivo.

Beneficios del Enfoque Visual

Implementación del Método en Coquimbo

La Fundación Chile Violines, en colaboración con Edu Down y el apoyo de FONAPI, ha lanzado un proyecto en la región de Coquimbo que utiliza el «Método en Colores». Este proyecto se centra en la inclusión y busca brindar a los niños con síndrome de Down una experiencia musical enriquecedora.

Objetivos del Proyecto

  1. Promover la Inclusión: Crear un espacio donde todos los niños, independientemente de sus capacidades, puedan disfrutar de la música.

  2. Desarrollar Habilidades Musicales: Enseñar a los niños a interpretar música de manera accesible y divertida.

  3. Fomentar el Desarrollo Integral: Utilizar la música como herramienta terapéutica para mejorar habilidades sociales y comunicativas.

Metodología de Enseñanza

La metodología del «Método en Colores» se basa en cuatro acciones clave que aseguran un aprendizaje dinámico y adaptado a las necesidades de cada niño.

Escucha Activa

La escucha activa es fundamental para que los estudiantes comprendan y aprecien la música. A través de ejercicios de atención auditiva, los niños pueden identificar diferentes sonidos y ritmos, lo que les ayuda a desarrollar su capacidad de concentración.

Movimiento Corporal

El movimiento corporal se integra en las lecciones para que los niños puedan experimentar la música de manera kinestésica. Esto no solo mejora su coordinación motriz, sino que también les permite expresar sus emociones a través del movimiento.

Canto

Cantar es una de las formas más naturales de interactuar con la música. A través del canto, los niños pueden practicar la entonación y el ritmo, mientras se divierten y se sienten parte de un grupo.

Interpretación Instrumental

La interpretación instrumental es el último componente del método. Los niños aprenden a tocar instrumentos como el metalófono, utilizando los colores para identificar notas y ritmos. Esto les permite desarrollar habilidades musicales prácticas.

Resultados Iniciales del Proyecto

Los primeros resultados de la implementación del «Método en Colores» han sido alentadores. Los educadores han observado un aumento significativo en la motivación y el interés de los niños hacia la música.

Testimonios de Educadores

Samaria Araya, educadora musical a cargo del proyecto, comenta: «Es emocionante ver cómo los niños se involucran en la música. Este método les permite explorar y disfrutar de la música a su propio ritmo, en un entorno que respeta sus capacidades.»

Impacto en la Comunidad

El proyecto no solo beneficia a los niños, sino que también tiene un impacto positivo en la comunidad. La música se convierte en un puente que une a las familias y fomenta la inclusión social.

La Música como Herramienta Terapéutica

La música tiene un poder transformador que va más allá de la simple diversión. En el caso de niños con síndrome de Down, puede servir como una herramienta terapéutica que fomenta el desarrollo emocional y social.

Desarrollo de Habilidades Comunicativas

A través de la música, los niños pueden mejorar sus habilidades comunicativas. La interacción en grupo y la expresión a través del canto y el movimiento les ayudan a desarrollar su capacidad para comunicarse y relacionarse con los demás.

Fortalecimiento de la Autoestima

Participar en actividades musicales puede mejorar la autoestima de los niños. Al aprender a tocar un instrumento o a cantar, experimentan un sentido de logro que contribuye a su bienestar emocional.

La Importancia de la Inclusión

La inclusión es un valor fundamental en la educación musical. El «Método en Colores» se basa en la premisa de que todos los niños, independientemente de sus habilidades, tienen derecho a disfrutar de la música.

Creación de Espacios Inclusivos

El proyecto de la Fundación Chile Violines busca crear espacios donde todos los niños se sientan bienvenidos. Esto no solo beneficia a los niños con síndrome de Down, sino que también enriquece la experiencia de aprendizaje de todos los participantes.

Formación de Grupos Diversos

La formación de grupos diversos en las clases de música permite a los niños aprender unos de otros. La interacción entre niños con diferentes habilidades fomenta un ambiente de respeto y colaboración.

El Rol de SENADIS en el Proyecto

El apoyo de SENADIS ha sido crucial para la implementación del «Método en Colores». Esta institución se dedica a promover la inclusión de personas con discapacidad en diversos ámbitos, incluyendo la educación y la cultura.

Financiamiento y Recursos

A través del Fondo Nacional de Proyectos Inclusivos (FONAPI), SENADIS ha proporcionado los recursos necesarios para llevar a cabo este proyecto. Esto incluye materiales educativos, instrumentos musicales y capacitación para los educadores.

Compromiso con la Inclusión

El Director Regional de SENADIS, Jorge Juárez Barraza, ha destacado la importancia de iniciativas como esta para transformar la vida de niños y jóvenes con síndrome de Down. «La música tiene un poder transformador, y con este tipo de acciones estamos demostrando nuestro compromiso con la inclusión», afirma.

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