Comunidades del Valle de Elqui cuestionan la aprobación del proyecto minero Campanario, destacando posibles impactos ambientales y la necesidad de una evaluación más rigurosa.
El Valle de Elqui se enfrenta a un desafío significativo con la aprobación del proyecto minero Campanario, presentado por la empresa Barrick Gold. El 11 de julio, el Servicio de Evaluación Ambiental de la Región de Coquimbo otorgó una calificación favorable a la declaración ambiental del proyecto, lo que ha generado preocupaciones en las comunidades locales y organizaciones ambientales debido a los posibles impactos sobre las nacientes del Río Elqui, una fuente esencial de agua para la provincia.
El movimiento «Elqui Sin Mineras» ha emergido como una voz central en la protección del medio ambiente del valle. En una reciente asamblea, se coordinaron acciones legales y comunicacionales para enfrentar la situación. Bárbara Tamblay, coordinadora del movimiento, destacó la importancia de la participación comunitaria y el respeto en la toma de decisiones.
El proyecto Campanario incluye la construcción de 116 plataformas de perforación en una zona de alta biodiversidad y significancia arqueológica. Las comunidades locales han expresado su preocupación por lo que consideran una evaluación ambiental insuficiente y están solicitando que el proyecto sea evaluado bajo la categoría de Estudio de Impacto Ambiental (EIA) en lugar de Declaración de Impacto Ambiental (DIA).
Las comunidades recuerdan los impactos de proyectos anteriores, como el proyecto El Indio, que finalizó en 2002, y subrayan la necesidad de una evaluación rigurosa para evitar nuevos daños en una región ya afectada por la escasez hídrica. El movimiento «Elqui Sin Mineras» hace un llamado a todos los sectores de la sociedad para proteger el Valle de Elqui y su rica biodiversidad y patrimonio cultural.