La Región de Coquimbo se encuentra en medio de un desafío climático importante. El fenómeno del Niño Oscilación del Sur (ENOS) ha afectado a esta zona de Chile durante los últimos años, y ahora se espera que entre en una fase Neutra en los próximos meses. Esta transición podría tener implicaciones significativas para la región, especialmente en términos de precipitaciones y disponibilidad de agua.
El impacto de la falta de precipitaciones
Durante los últimos cinco años, la Región de Coquimbo ha experimentado una sequía persistente, con precipitaciones significativamente por debajo de lo normal. Esto ha llevado a una disminución en los caudales de agua en la región, que se mantienen en niveles mínimos por cuarto año consecutivo. Según un informe del Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas (CEAZA), los caudales de agua están en un 27% de los históricos en Elqui, un 20% en Limarí y un 41% en Choapa. Además, los embalses en la región tienen solo un 5% de su capacidad en Elqui, un 1% en Limarí y un 30% en Choapa.
El ciclo ENOS y su impacto en la Región de Coquimbo
El informe de CEAZA también destaca la importancia del ciclo ENOS en el clima de la región. Actualmente, la fase del Niño se está debilitando y se espera que entre en una fase Neutra entre abril y junio, para luego pasar a una fase de La Niña durante el invierno. Esta transición es significativa ya que los caudales de agua en la región están directamente influenciados por el ciclo ENOS. Según el análisis de CEAZA, los caudales han estado en niveles muy bajos desde la primavera de 2017 debido a la falta de lluvia y nevadas en los últimos años. Esta situación se ha mantenido durante cuatro años consecutivos, y se espera que al menos hasta la primavera de 2024 la escasez de agua se agrave.
Pronósticos para la temporada lluviosa
En cuanto a las precipitaciones de esta temporada, el informe de CEAZA indica que solo se han registrado episodios de llovizna a lo largo de la costa durante marzo, mientras que en la cordillera y los valles no ha habido eventos significativos como parte de la temporada seca. Como resultado, los embalses continúan en niveles bajos, alcanzando solo el 4% de la capacidad regional. Según el boletín de CEAZA, en términos de precipitación, se espera que los factores de escala intraestacional sean los principales agentes moduladores de la frecuencia e intensidad de los sistemas frontales que lleguen a la región durante la temporada lluviosa. Los modelos sugieren que es probable que la precipitación se mantenga por debajo o dentro del rango normal en la región, al menos hasta el inicio del invierno.
Desafíos y perspectivas futuras
Ante esta situación, CEAZA sugiere que se acuñe el término «desertificación», «híper-aridez» o «aridización» para describir la situación que enfrenta la Región de Coquimbo, ya que el concepto de sequía por sí solo no captura la magnitud, espacialidad y temporalidad de la situación. Es evidente que esta sequía prolongada presenta desafíos importantes para la región en términos de disponibilidad de agua y sustentabilidad a largo plazo. Se requiere una gestión cuidadosa y planificada de los recursos hídricos para enfrentar esta situación y buscar soluciones sostenibles a largo plazo.
En resumen, la Región de Coquimbo se encuentra en una fase Neutra del ciclo ENOS, lo que significa que se espera un período de estabilidad en cuanto a las condiciones climáticas. Sin embargo, esta fase Neutra no garantiza un aumento significativo en las precipitaciones, por lo que los desafíos relacionados con la escasez de agua y la sequía persisten. La gestión adecuada de los recursos hídricos y la búsqueda de soluciones sostenibles son cruciales para enfrentar estos desafíos y garantizar la sustentabilidad a largo plazo de la región.