La Fiesta Chica en honor de la «Chinita de Andacollo» es un evento religioso de gran importancia que se celebra anualmente en el santuario de Andacollo. Esta festividad atrae a miles de peregrinos de diferentes partes del país, quienes se congregan para rendir homenaje a la Virgen del Rosario de Andacollo, patrona de la región.
Un evento de tradición y devoción
La novena, que se lleva a cabo del 22 al 30 de septiembre, es predicada por el Padre Haroldo Cepeda Urqueta, misionero claretiano bajo el lema «Virgen de Andacollo, un regalo para Chile», esta celebración se ha convertido en una de las más importantes para la comunidad religiosa.
Desde las vísperas del sábado 30 de septiembre, se puede observar el flujo constante de peregrinos que se dirigen hacia el santuario de Andacollo desde la ciudad de La Serena, ubicada a 60 kilómetros de distancia. A pesar de las restricciones sanitarias debido a la pandemia del COVID-19, este año se ha permitido que los fieles participen abiertamente del evento, lo que ha generado una gran expectativa y emoción entre los devotos.
La Fiesta Chica es una oportunidad para que los peregrinos puedan participar en diversas celebraciones eucarísticas, recibir el sacramento de la penitencia o reconciliación, y recibir bendiciones de los ministros y objetos religiosos. Uno de los momentos más destacados de la festividad es la procesión, en la que la imagen de la Virgen del Rosario de Andacollo es llevada en hombros por los fieles, quienes expresan su amor y devoción a través de bailes religiosos y ofrendas.
Un mensaje de esperanza y fe
El arzobispo René Rebolledo, en su homilía durante la Fiesta Chica, resaltó la importancia de la figura de María en la historia de la salvación. Haciendo referencia a los textos bíblicos de Gálatas 4, 4-7, Salmo 98 (97), 1-4 y Lucas 1, 26-38, destacó cómo Dios eligió a María, una humilde aldeana de Nazareth, para ser la madre de Jesús. María aceptó con humildad el plan divino y se convirtió en el puente que nos lleva hacia la salvación.
La devoción hacia la Virgen de Andacollo es evidente en cada paso de la procesión y en cada baile religioso. La comunidad de Andacollo muestra su amor inquebrantable por Cristo a través de esta festividad, que representa un tesoro de su espiritualidad. Aunque la vida cotidiana presenta desafíos, la fe de los fieles permanece firme y la Fiesta Chica es un recordatorio de esta inquebrantable devoción.
El impacto de la pandemia y la participación especial
La pandemia del COVID-19 ha afectado a todo el mundo, incluyendo la celebración de eventos religiosos como la Fiesta Chica. Sin embargo, este año se ha destacado la participación especial del baile religioso «Chinos Danzantes de la Virgen de Andacollo», provenientes de Argentina. Estos bailarines expresaron su felicidad por formar parte de la festividad y destacaron la importancia de esta tradición en su vida espiritual.
La Fiesta Chica en honor de la «Chinita de Andacollo» ha logrado unir a miles de peregrinos en una experiencia de fe y devoción hacia la Virgen del Rosario. Cada paso dado durante la procesión es una expresión de amor y gratitud hacia María, quien ha sido un puente hacia Jesús y ha fortalecido la fe de la comunidad de Andacollo.