La pandemia ha afectado fuertemente el sector cultural, en especial a las actividades presenciales, lo que ha perjudicado profundamente a nuestros artistas. Sin embargo, la tradicional Feria del Libro de La Serena regresa este año y de manera presencial. El evento, financiado por el Fondo Nacional de Fomento Lector, es organizado y producido por la Municipalidad de La Serena y este año lleva como lema “Leer es sanar”, y se llevará a cabo entre el 1 al 15 de febrero en la Plaza Gabriel González Videla.
Esta versión contará entre sus principales invitados con el periodista y conductor de televisión, Carlos Pinto. Sus inicios se remontan a 1981 trabajando en Teleonce Universidad de Chile, hoy Chilevisión. Siete años más tarde fue parte del equipo de Informe Especial. Asimismo, se desempeñó como periodista en Zoom deportivo, Aquí, Hotel O’Higgins, En Vivo y Siempre Lunes. Su fama se acrecentó notoriamente con Mea culpa, programa sobre crímenes que llegó a ser el más visto de este género en la historia de la televisión chilena. Pero Carlos Pinto es mucho más que eso. Hoy está embarcado en un trabajo diferente, pero del cual se ha nutrido gracias a su experiencia en la pantalla chica. Pinto ha escrito dos novelas, El silencio de los malditos (Suma, 2018) y El jardín de los inocentes, (Suma, 2021), ambos volúmenes han sido elogiados por la crítica especializada y una gran recepción de los lectores.
En la presente entrevista, el narrador y periodista, nos habla sobre su novela que viene en camino, sus principales referentes, la elogiosa crítica que ha recibido su obra, entre otros interesantes temas.
¿Qué opinión o referencia tiene de la Feria del Libro de la Serena?
“Sé que es una de las ferias del libro más antiguas de Chile y que con sus más de 30 años
de realización se ha convertido en una verdadera tradición cultural de la región. He tenido la posibilidad de coincidir con algunas de ellas como simple ciudadano y he comprobado que ha sido escenario de los más connotados hombres y mujeres de las letras de nuestro país. Un espacio ganado por la cultura es un espacio para el crecimiento de su gente”.
¿Qué nos puede adelantar de su presentación?
“Que hablaremos de mis libros y mi próximo trabajo literario ya en ciernes. Que siempre estos son momentos para agradecer la respuesta de la gente hacia mi trabajo, y desde esta perspectiva me gustaría intercambiar ideas con los asistentes que se han conectado con mi escritura. Con mucha humildad también estaré llano a responder las inquietudes de quienes exploran conmigo los recodos mágicos que significa escribir”.
¿Cómo y desde cuándo surge su interés por la escritura y la literatura y cuáles fueron sus principales referentes?
“Yo creo que escribir es como un acto de fe. En lo personal de pronto sentí que guardaba en mi mente una gran cantidad de imágenes y relatos que bullían sin control. Hubo un momento en que el afán tan propio del arte, de reordenar la realidad a nuestra manera, adquirió protagonismo y quise que estas historias de la vida real, fueran el móvil para desarrollar ideas creativas que pudieran, a través de la literatura, alcanzar el vuelo de la universalidad. Es pretensioso decirlo, como es también pretensioso alcanzarlo, pero fue mi ambición artística la que me llevó a sentarme frente al computador para intentarlo. No leo lo suficiente como quisiera, y desde esta perspectiva eludo con denotada intención influenciarme por otros. Pero autores nacionales como Lillo, Rojas y Castro cumplieron en mi la misión de respetar el arte de escribir”.
¿Cuáles son sus referentes en la novela policial?
“Espero que no suene a pedantería, pero no tengo”.
Acerca de lo mismo, ¿que opinión tiene de la novela negra que se produce en el país?
“Creo que es un género muy difícil de realizar y con eso me atrevería a decir que más que otros. Consecuente con esto, no me cabe la idea de hacer un análisis crítico de lo que se hace en nuestro país, alentar el desarrollo del mismo ya que me merece el máximo de respeto. En lo personal no me considero un exponente de este género, necesariamente”.
Alberto Fuguet señaló que su nombre es un género en sí mismo y que usted es nuestro Hitchcock, ¿qué le parece este comentario?
“Agradecí en la ocasión el comentario de Fuguet y su buena intención de elevarme a una altura pudorosa, viniendo de él y lo que significa para la literatura chilena, su presencia como autor, no puedo menos que regocijarme por sus dichos. Pero debo reconocer que, perteneciendo al ámbito artístico, el hecho no me convierte en artista necesariamente, lo aclaro. Soy muy «Lobo Estepario». Creo que no aspiro a ser como alguien, sino a desarrollarme al máximo en este campo, teniendo como techo sólo la altura de mi propia exigencia. Busco incansablemente mi identidad creativa, sabiendo que sólo a ratos se logra, y que por sobre todo puede llegar a ser efímera, hecho que me agrada y me obliga a no ceder. Diría sin animo de filosofar, pienso que «Yo no soy”, más bien «Estoy siendo”. Creo en la constante transformación”.
El silencio de los malditos tuvo una excelente recepción de la critica, ¿cómo se toma este éxito tan inmediato?
“El primer sorprendido del éxito del El silencio de los malditos fui yo. Mantenerse por 7 meses como el libro más vendido, superó todas mis expectativas, y tener una crítica tan unánimemente buena, me asustó. Digo esto porque debí seguir escribiendo y escuché por todos lados que es muy difícil superarse a sí mismo cuando se tiene mucho éxito con un primer libro. Fue el karma que dominó mi trabajo mientras escribía El Jardín de los inocentes. Hoy puedo decir que ese temor se disipó y la recepción de mi último trabajo fue para muchos tanto o más exitoso que el primero. Me tranquilicé, no por eso, sino porque me di cuenta que existía público que acepta buenamente mi visión de la vida, mas allá del éxito o el fracaso. Siempre compartí el concepto. Desconozco el camino del éxito, pero creo saber cuál es el del fracaso. Tratar de darles en el gusto a todos”.
Para terminar, ¿qué planes literarios tiene a futuro?
“Debo confesar que la literatura llegó a mí para quedarse. Sé que es una acción muy laboriosa y que demora tiempo en concretarse, de modo que confieso que no escribí para completar la trilogía de plantar además un árbol y tener un hijo, sino con la intención de contar con una plataforma artística que admita que mi mirada ceda alcanzar un vuelo universal. Eso lo he ido consiguiendo poco a poco, ya que mis libros serán publicados este año en España, México y Argentina y ya estoy escribiendo mi próximo libro, cuyo móvil está inspirado también en una historia real, que se ha transformado por ahora en el móvil de mi trabajo. Aún no tiene nombre, siempre aparece en medio de la escritura. Sólo puedo decir que su contenido real supera a la ficción. Sé que esto último es una frase hecha, pero acabo de sacarla de ese contexto porque en efecto es impactante”.