El proyecto se desarrollará en el mismo terreno donde se ubica la planta actual y se espera poder comenzar las obras en diciembre de 2020, para su puesta en marcha en diciembre de 2021.
Por años han vivido con un vecino desagradable, que cada cierto tiempo genera complicaciones a los pobladores de la población Juan Pablo II de Vicuña. El fuerte olor que emana de sus terrenos, les han provocado nauseas, dolores de cabeza y les impide desarrollar actividades normales.
Las ventanas de las casas permanecen casi la totalidad del día cerradas y los niños desde mucho antes de la pandemia prefieren no ocupar los espacios públicos. Es que la vieja planta de aguas servidas, la más antigua de la región, que realiza el proceso de todas las aguas residuales de Vicuña, ya cumplió su vida útil y sus procesos arcaicos no impiden los malos olores que afectan a sus vecinos.
El último evento importante, el eclipse de julio del año 2019, generó que los olores aumentarán considerablemente, provocando la molestia de los vecinos y las autoridades locales que incluso fueron a las oficinas centrales a protestar. Para Cecilia Robles, quien vive a metros de la planta este hecho sólo ayudó a visibilizar un problema que existe de siempre, “desde que llegamos acá ha existido el olor, los chicos no pueden salir a jugar, tenemos que tener las ventanas cerradas, y eso es desde siempre, con eclipse o sin eclipse”.
De ahí la alegría, tras el importante paso, de la aprobación de la Declaración de Impacto Ambiental de la nueva planta de tratamientos de aguas servidas que se desarrollará en el mismo terreno donde se ubica la planta actual y se espera poder comenzar las obras en diciembre de 2020, para su puesta en marcha en diciembre de 2021. Con una de las mayores inversiones que la sanitaria realizará en la región, superior a los US$ 5 millones, la iniciativa permitirá apoyar el crecimiento proyectado de la localidad con tecnología de estándar internacional.
“Con todo lo que estamos pasando en pandemia esta noticia es muy buena, así que a seguir adelante y estar atento de que se concrete en los plazos que se han entregado. Estamos muy felices”, concluyó Cecilia Robles.
Andrea Marambio, encargada de la junta de vecinos Juan Pablo II recibió emocionada la noticia de la aprobación del proyecto, “felices después de tanto luchar, tanto reclamar, por fin esta buena noticia que es para todo Vicuña pero especialmente para nosotros que tenemos de vecinos la planta, estamos felices. Ahora esperar que pongan pronto la primera piedra para que empiece pronto la construcción de la nueva planta”.
La nueva planta operará bajo el sistema de lodos activados con aireación extendida, un proceso biológico en que microorganismos depuran el agua residual. Es altamente eficiente en la remoción de nutrientes y de carga orgánica y, además, tiene gran capacidad de adaptación frente a variaciones de caudal, especialmente para lugares en los que el volumen varía constantemente, como sucede en Vicuña con las épocas estivales y festividades.
Para el alcalde de la comuna de Vicuña, Rafael Vera, es un tremendo avance el pasar de tener la planta más antigua de la región a la más moderna, “es entregarle dignidad a muchas familias que debían soportar los malos olores, estamos contentos porque esas familias podrán realizar su vida sin las limitaciones de hoy día. Valoramos que la palabra empeñada por los directivos de Aguas del Valle se haya cumplido y el cronograma este avanzando de acuerdo a lo comprometido”.
Los próximos plazos del cronograma indican que, tras esta aprobación de la Declaración de Impacto Ambiental, Aguas del Valle comenzará a elaborar las bases para la licitación de la empresa que construirá la nueva planta, obras que debieran iniciarse a fines de este año.