Esta pandemia podría haberse evitado si hubiéramos modificado la manera en que nos relacionamos con el entorno.
Tras el brote de COVID-19, la Organización de las Naciones Unidas advirtió que seguir explotando la naturaleza y destruyendo ecosistemas solo puede traer otra pandemia. La ocurrencia de otra epidemia es posible debido a cómo nos relacionamos con el entorno y cómo nuestros hábitos de explotación animal e, incluso, nuestras dietas afectan al medioambiente. Esta pandemia podría haberse evitado si hubiéramos modificado la manera en que nos relacionamos con el entorno y, en este sentido, encontrar un equilibrio con el medioambiente será la clave para prevenir nuevos brotes infecciosos. La ONU asegura que, si seguimos relacionándonos de esta manera con la naturaleza, solo restará esperar más enfermedades infecciosas transmitidas por los animales.
Cifras alarmantes
Las enfermedades infecciosas que más han afectado al ser humano provienen de animales: el ébola de los monos, la gripe aviar de las aves acuáticas y de corral, el síndrome respiratorio agudo severo de murciélagos y el síndrome respiratorio de Oriente Medio de los dromedarios. Esto quiere decir que aproximadamente el 75 por ciento de las enfermedades infecciosas contraidas por los seres humanos provienen de los animales. Por año, estas enfermedades se cobran la vida de más de 2 millones de habitantes, especialmente en países con niveles bajos de ingresos. La ONU declara que las pandemias arrasan con la población y generan pérdidas considerables de dinero. Un cambio en nuestras prácticas para encontrar un equilibrio con la naturaleza podría prevenir otro brote infeccioso.
¿Qué medidas adoptar?
El principal problema de la propagación de cualquier virus infeccioso de animales a humanos radica en la destrucción de ecosistemas para la cría del ganado. Esto genera un acercamiento entre animales salvajes y domésticos que ponen en riesgo la salud de los seres humanos que ingieren carne de vaca, cerdo y pollo que hayan tenido contacto con animales silvestres portadores del virus. El aumento del consumo de carne animal solo enfatiza esta problemática. Por otro lado, la caza ilegal y el consumo de carne animal exótica inciden aún más en la propagación de enfermedades infecciosas.
La relación que establece el ser humano con el medioambiente debe cambiar inmediatamente para lograr un mayor equilibrio. En cuanto a las medidas que es necesario adoptar, las más importantes son:
- La prohibición de la destrucción de ecosistemas
- La reconstrucción de la biodiversidad perdida
- Evitar la financiación de prácticas que destruyan la biodiversidad
Numerosas organizaciones se han reunido para reclamar la prohibición de los mercados que comercian animales silvestres. Esto supondría la disminución de una de las principales vías de contagio. Por el momento, la ciudad china de Shenzhen, donde se originó la propagación del síndrome respiratorio agudo severo, decidió vedar permanentemente la caza y el consumo de animales salvajes.
En última instancia, la medida principal para detener los comportamientos que perjudican a la naturaleza, y en consecuencia al ser humano, es educar a la población y concientizar sobre las repercusiones que puede haber en el largo y corto plazo, promoviendo el equilibrio entre el hombre y el medioambiente.