Por: Josefina Urrutia, Consultora de Michael Page
Actualmente nos estamos enfrentando a un escenario pocas veces visto, con un ambiente lleno de incertidumbres y con escasas certezas. Pareciera ser que día a día va cambiando el contexto, y en consecuencia la forma en cómo vamos afrontando las complejidades que van surgiendo. En esta línea, es que el liderazgo se torna fundamental en épocas de crisis.
Respecto a cómo sortear dichas dificultades y afrontar este escenario, podemos definir 3 ejes claves: el management desde primeras líneas, el capital humano y el rol estratégico de Recursos Humanos.
Hoy más que nunca se vuelve esencial poder ejercer un tipo de liderazgo más cercano y flexible. Entendiendo que la modalidad en la que estamos trabajando es nueva para la mayoría. El foco debería establecer pautas de trabajo definidas, agendar reuniones 2 a 3 veces a la semana con una minuta de seguimiento, tener objetivos claros y medibles. A su vez, es importante generar instancias de retroalimentación e indagación acerca de oportunidades de mejora, y/o dificultades que los trabajadores estén vivenciando para así apoyarlos.
Desde la arista de Recursos Humanos, vemos que hoy su rol es polifuncional, por un lado, siendo un soporte y un facilitador para que las cosas ocurran, y por otro, tornándose en un aliado estratégico del negocio. Hoy por hoy, el valor agregado de la compañía no está sólo en los conocimientos técnicos, sino más bien en el Capital Humano. Es por ello que la estrategia debe tener a las personas en el centro de la organización, para así apalancar su motivación con la razón de ser de la compañía.
Resulta relevante que las personas se sientan escuchadas y valoradas, que perciban una buena oferta de valor por parte de la compañía, para que de esta manera se potencie la fidelización a favor de la productividad de la empresa.
Desde la mirada estratégica de Recursos Humanos, resulta imprescindible trabajar en conjunto con los distintos stakeholders de manera de actuar en bloque, siendo más efectivos a la hora de tomar decisiones. Para que esto ocurra, debemos conocer de manera cercana la operación y la razón de ser del negocio, debemos permearnos con la visión estratégica de la compañía, para poder aportar desde nuestro conocimiento y que éste sea atingente a sus necesidades. Se hace fundamental, conocer en terreno cómo vive la gente su diariamente, cuáles son las dificultades de los trabajadores en las distintas líneas de negocio, además de incorporar la mirada de todas las áreas y/o ubicaciones geográficas. De esta forma, podremos abarcar a la mayor parte del personal, pudiendo ser mucho más efectivos al minuto de asesorar y promover nuevas iniciativas.
Como Recursos Humanos, el fin último guarda relación con ser un ente facilitador, gestionador y asesor; volviéndose una especie de engranaje que permite a la compañía seguir avanzando, mejorando y cumpliendo sus objetivos de negocio.