En la década de los años 20, periódicos vicuñenses como “La Opinión” y “La Alianza” ya hablaban de equipos como “Unión Vicuña” y el “Real Obrero”. Después aparecerían el “Zigzag” y el “Neutral”, este último llamándose posteriormente “Wanderers” que en aquel entonces era de “los pijes”, que volverían a cambiar su nombre según los registros para quedarse hasta la actualidad como el club más antiguo dentro de la ciudad de Vicuña.
En una reunión llevada a cabo en la casa de Don Juan Humberto Madrid, conocido como “el por’hey”, junto a jóvenes estudiantes y familias se fundó uno de los clubes más antiguos de la comuna de Vicuña y de la Región de Coquimbo, el club Deportivo Joaquín Vicuña. Nombre que da homenaje al fundador de la ciudad y el primer Intendente de la Provincia de Coquimbo, Coronel Joaquín Vicuña y Larraín. Aunque en un comienzo quisieron bautizar a la institución deportiva como “5 de abril” por ser fundado ese mismo día el año 1922.
El cuadro albiceleste inspiró su vestimenta de acuerdo a las franjas del escudo de la selección uruguaya de fútbol y al club más importante de Chile en los inicios del siglo XX, CD Magallanes, la “vieja academia”. Así como en sus inicios, parte de la historia del club hasta la actualidad ha sido forjada por varias generaciones y en el presente siglo no es la excepción, desde complejos momentos a la cosecha de grandes logros. En esta línea, Franco Pizarro González, dirigente, tesorero, jugador de la segunda serie y de la categoría 35 años se mostró apasionado por las vivencias propias de su experiencia aludiendo a qué deben tener las series menores para pertenecer a esta historia. “Conocimos la parte que vivimos más que nada pero también estamos al tanto de la fecha de fundación y de por qué se bautizó Joaquín Vicuña. También vivimos los procesos históricos de partes frustrantes, de no poder conseguir campeonatos o vivir el no tener equipos completo en ocasiones, entonces también somos parte del tema histórico del club. En cuanto a los jóvenes, primero que todo, que le tomen amor a la camiseta, eso es fundamental para un jugador amateur porque en el fútbol profesional hay otros tipos de financiamientos, se juega por trabajo en cambio acá se juega por pasión, por los colores entonces eso es importante en las series inferiores, el trabajo que hacen los chiquillos que están a cargo que le tomen el cariño al club, que se sientan parte de la institución, eso es súper importante para nosotros tener una cantera identificada con los colores y no necesitar de estar buscando jugadores por afuera o completando los equipos como lo hacíamos en años anteriores. Ahora yo creo que todos los chiquillos que están acá, la mayoría, son de la cantera y los demás se han formado y se han hecho “joaquinistas” con el tiempo y lo han demostrado con creces igual” expresó Pizarro.
Con el paso del tiempo, el Ipipurrá, alias que nació en juntas sociales de los mismos participantes del club donde se realizaban cánticos y arengas, comenzó a desarrollar otras facetas que le dieron más vida a la institución, ya que en 1932, diversas ramas deportivas, bajo la dirección de Óscar González, se añaden al fútbol disciplinas como el básquetbol, el tenis, el atletismo, el tenis de mesa y charlas culturales lo que ratifica el nombre de “Deportivo Joaquín Vicuña”.
A fines de los años 50, se generan varios procesos de cambios dentro de la institución deportiva, puesto que, aquellos jóvenes que fundaran el club dieron entrega a su mandato y aceptando a nuevos integrantes a unirse y ser parte de “la familia joaquinense”, que hasta ese entonces poseía un círculo bastante cerrado y pragmático. Esto radicó en que dejaran de llamarlos “el club de los pijes de Vicuña” para formar un “club de barrio”.
Matriarcalmente hablando
Con el sello de ser un club deportivo “familiar”, Joaquín Vicuña siempre contó con una alta participación femenina, en sus comienzos estaban dedicadas a entregar un apoyo logístico haciéndose cargo de tareas dirigenciales, tesorería y recaudación de fondos, recepción de deportistas y otras actividades extra futbolísticas. Pero ellas no se quedaron solo con eso, quisieron plasmar ese interés por el club en la cancha al igual que los hombres, es así como forman la rama femenina de fútbol de la institución a quienes llamaban ‘Las Once estrellas’. Luego de desaparecer por algunos años, el equipo femenino albiceleste renació en el año 2010 gracias a la directiva.
Juan González, alias “Juan Colo Colo” es el actual entrenador de la 2da serie, ex jugador e hincha fiel del club Deportivo Joaquín Vicuña desde que tiene memoria, recuerda parte de la esencia del equipo en aquellos tiempos y a una de las pioneras femeninas del Ipipurrá. “Fui creciendo en este club maravilloso, sufrido, humilde, con mucha gente humilde y sacrificada tanto hombres y mujeres que hubo, en esa época me acuerdo también de un personaje, Doña Bernarda (Bernarda Monroy) que también fue parte de esta historia aquí en Joaquín Vicuña, que ya no está pero que nos acompaña desde el cielo y así fue creciendo, fue tejiéndose este club deportivo” expresó González.
Las mujeres ‘joaquinistas’ dieron el punta pie inicial para comenzar a provocar interés por temas que no habían sido considerados anteriormente. De esta manera, la incidencia de las féminas fue relevante para el fortalecimiento del espacio comunitario y de camaradería sumado al rol social como institución para/con sus hinchas. Desde aquí, hijos y menores ligados al club pudieron tener la posibilidad de disfrutar de mayores actividades y encuentros como la tradicional navidad del Deportivo Joaquín Vicuña, fiesta que se mantiene hasta el día de hoy.
En la actualidad, donde las demandas de las mujeres por buscar la equidad de género y la igualdad de condiciones laborales y sociales, se torna fundamental el protagonismo de las féminas en instituciones deportivas, principalmente en el fútbol, considerado por algunos como un deporte exclusivo de hombres.
Años de ‘vacas flacas’, años de gloria
La evolución del Deportivo Joaquín Vicuña ha sido de dulce y agraz. En sus inicios, cuando la institución llevaba unos 10 años de vida, vinieron los primeros problemas en el área deportiva, considerados por algunos como los periodos más críticos de la institución. Esto data de los años 20 cuando los mismos “jóvenes joaquinistas” fundaron el club. Sin embargo, el mismo equipo precoz que habría sufrido los embates de los difíciles primeros años, se consagraría en una “generación imbatible” gracias a una reorganización institucional que provocó una nueva dirección enfocada en un cariz deportivo, cultural y moral.
En este sentido, Franco Álvarez Carvajal, socio cooperador de Joaquín Vicuña, dirigente por años, entrenador de las series adultas y jugador de la categoría 35 años, considera que la clave para forjar un club con carácter e identidad está en las series menores, o como los llaman ellos, “el semillero”. “Esto fue un proceso largo de trabajo incluso de invertir dinero, pero ahora la filosofía del club queremos cambiarla, que la mejor parte de los jugadores de la serie de honor sean del club, que vengan del semillero y en ese sentido hemos sido competitivos porque antes nos costaba, hay jugadores que tuvieron el privilegio de ser campeones en pre infantil, en infantil, juvenil en segunda y en primera serie que son los jugadores Giovanni Contreras e Yzan Rojas, el último está jugando en primera serie. Esa es la filosofía de la que se quiere impregnar el club, que lo decimos con claridad, el año 2015 gastamos alrededor de 300 mil pesos en jugadores quienes se quedaron hasta que el 2017 se coronaron campeones en primera serie que era lo que veníamos buscando de la época del profesor Eduardo Ahumada” manifestó Álvarez.
Para muchos integrantes del club albiceleste y testigos de finales de la época de los 70 son quienes consideran, es el mejor capítulo deportivo de Joaquín Vicuña que se extendió hasta el año 1985. Una de las razones fundamentales es la participación de don Sergio Ahumada Fuenzalida quien se sumó al club como dirigente y entrenador.
El libro de Enrique Sirvent Cortés titulado “Fútbol y sociedad en Vicuña y el Valle de Elqui: reseña histórica del club deportivo Joaquín Vicuña” cuenta casi la totalidad de la historia del Ipipurrá desde sus inicios hasta la actualidad. Sin embargo, para los “joaquinistas”, los capítulos de la vida de su institución siguen a paso firme y la labor del club deportivo es fundamental para las complejidades que viven los jóvenes de hoy con problemas familiares y drogas. Para Jorge Salinas, integrado al club hace 11 años, capitán de la primera serie y quien levantó la copa del 2017, es momento de que las nuevas generaciones se integren a la esencia del club y también alejarse de malos hábitos. “En lo personal, yo soy capitán de primera serie, actualmente, pero ya en un proceso de pasar a una nueva liga que es la serie 35. La idea de todo esto es fomentar más a los niños pequeños por varios objetivos, por ejemplo la droga, la delincuencia que afecta a los muchachos de hoy e impulsarlos también a la gente que es del mismo club como los más pequeños del club para que se sientan partícipe de todos los proyectos que nosotros hemos postulado a través del tiempo. La idea es esa, esta institución se basa en eso, una gente muy unida, sana que trata de buscar la diversión más que la competición lo que es en las series menores pero en la serie adulta estamos formando, creando y aportando con este grano de arena para que después ellos sean los que estén aquí dando su experiencia” señaló Jorge.
Por su parte, Bastián Madrid, jugador de 1ra serie con solo 18 años, proveniente del “semillero” del club, se siente orgulloso de defender estos colores indicando que es “algo bonito porque yo cuando llegué me acogieron bien y ahora en el club estoy bien, me siento cómodo y ahora que juego siendo titular eso me tiene muy feliz hoy en día. Un honor, no todos tienen ese placer de estar en uno de los equipos más antiguos del Valle del Elqui y es bonito seguir acá”.
Un siglo XXI cargado de alegrías para “el Joaquín”, consagrándose campeones en la segunda serie los años 2009, 2011, 2013, y en el 2016, mismo periodo en que recibieron la tan ansiada cancha propia luego de 94 años, ubicada a un costado del Río Elqui. Pero sin duda, un capítulo que quedará grabado en la memoria colectiva de la familia “joaquinense” es la obtención del campeonato de primera serie del torneo 2017 ANFA, luego de 76 años. En este sentido, quien levantó la copa, el capitán de primera, Jorge Salinas destacó el trabajo realizado por todos quienes conformaron el club en ese momento y manifestó que es un momento que jamás se olvidará. “Fuimos partícipe de parte de esa historia, fue una alegría tremenda que se le dio al club, fue una lucha de bastantes años, por lo menos a mí me tocó vivir en lo personal cuatro a cinco finales en cancha, donde perdíamos un partido y se nos acababa el campeonato, fue un poco frustrante eso y también con el tema del proceso donde la gente, al no obtener el título, se comenzó a ir de la institución y quedamos los rezagados hasta que se logró el objetivo, gracias a Dios, con mucho esfuerzo y fue algo de la historia que en lo personal jamás voy a olvidar y yo sé que la gente que es más del club tampoco. Fue una experiencia muy grata, una alegría para toda la institución y también para el Valle del Elqui en general, puesto que C. D Joaquín Vicuña, por su historia tiene un nombre catalogado en Vicuña y eso es fundamental resaltarlo y que lo sepa toda la comunidad también” relató Salinas.
La representatividad del cuadro albiceleste para la comuna de Vicuña ha sido esencial no solo por protagonismo en lo deportivo sino como un patrimonio cultural. “Hace pocas semanas atrás celebramos nuestro aniversario 97 y años atrás, un socio cooperador, Don Enrique Sirvent Cortés, elaboró un libro, lo bueno de este texto es que el autor lo definió como tomo 1, por lo mismo, siempre se le habla a los jóvenes de la historia del club, de que es bastante longevo, que pasó por una época con demasiados problemas, con pocos jugadores y problemas económicos pero en la actualidad estamos en otro pie, lo principal es ir rotando a los dirigentes y a los líderes para no generar un desgaste de motivación y es lo que se está haciendo ahora. Esperamos que para el centenario de nuestra institución en 3 años más podamos hacer una actividad mucho más significativa porque si lo analizamos profundamente, nuestro club es parte de la historia de la comuna, parte de la historia de Vicuña puesto que ya cumplirá doscientos años y Deportivo Joaquín Vicuña cien” sentenció Franco Álvarez.
El Ipipurrá, un equipo de tradición, mística, valores y rol social. Un cuadro familiar, de mujeres y niños, de jóvenes y adultos. Un cuadro que ha trascendido por lo largo de la historia deportiva de la comuna elquina y que de seguro, seguirá proyectando una esencia de juego limpio y camaradería ad portas de cumplir un siglo de existencia.