El consejero Pablo Muñoz destacó el papel desempeñado por San Juan y la región de Coquimbo de manera conjunta para ayudar a resolver esta problemática.
La declaración de territorio libre de fiebre aftosa a los altos valles de Calingasta por parte de la OIE es una de las buenas noticias recibidas en el último tiempo, que reportará un enorme beneficio para un gran número de crianceros que podrán realizar veranadas en territorio argentino. Especialmente relevante si se considera el extenso periodo de sequía que ha sacudido a la región y el escaso alimento para los animales.
La noticia fue recibida con entusiasmo por el Consejo Regional, organismo que desde hace años viene participando de manera activa en las gestiones necesarias para reponer la legalidad en esta práctica ancestral.
Al respecto, el consejero Pablo Muñoz consideró la noticia como un gran logro para los crianceros, sin embargo fue más allá y planteó que se trata de un logro que trae beneficios a nivel binacional, ya que fue materia recurrente en los comités de integración celebrados entre la provincia de San Juan y la región de Coquimbo.
Además, Muñoz recordó que en este mismo contexto, el CORE tuvo una participación activa.
“Acá el principal beneficiado es el criancero de nuestra región, el trashumante que va a las veranadas. Pero también hay un beneficio muy importante para la integración, es una materia que se trató, se hicieron las gestiones dentro del Comité de Integración, así que es un gran logro de ambos territorios. Pero además, en esa materia los consejeros regionales estuvieron desde un principio haciendo los esfuerzo tendientes al resultado que conocidos por la resolución de la OIE”.
En este sentido, Muñoz agregó que “apenas se prohibió el paso de crianceros por parte del Gobierno, inmediatamente empezamos a hacer gestiones tendientes a recuperar esa posibilidad de pastoreo para nuestros crianceros, se hizo gestiones ante distintas autoridades, especialmente el SAG y Agricultura en distintos momentos, bajo distintos gobiernos”.
Sin embargo, el consejero también comentó que si bien este hecho significa salvar el principal escollo, aún queda trabajo por hacer. Además de pulir la normativa y tramitaciones que deban realizar los crianceros que ingresen a Argentina, el consejero comentó que posiblemente deba hacerse una serie de inversiones para apoyar su implementación.
“Sólo por poner un ejemplo, el servicio nacional de aduana tiene alguna avanzadas en la cordillera, tiene las casas, pero hay que equiparlas y ponerlas en condiciones para hacer el trabajo. Todo eso comenzará a verse desde ahora”, señaló.