Se realizó un seminario en la comuna de Vicuña organizado por la SAN y el INIA financiado por el Gobierno Regional.
Ante cerca de 50 personas se realizó el seminario “Panorama hídrico para el sector agrícola de la provincia de Elqui”, realizado por la Sociedad Agrícola del Norte (SAN) en el marco del programa “Mejoramiento de la Competitividad de la Pyme Agrícola de la Región de Coquimbo”, coejecutado por INIA y financiado por el Gobierno Regional.
Esta vez en Vicuña, donde tal como en las actividades previas desarrolladas en La Serena y Ovalle, un grupo de expertos comunicó a los asistentes a través de gráficos y datos duros, el difícil panorama en materia de disponibilidad de agua que actualmente presenta la región, y en este caso en concreto la provincia de Elqui.
Gustavo Freixas, de la Dirección General de Aguas (DGA), indicó que el embalse La Laguna registraba al 20 de marzo un 51% de su capacidad máxima –siendo el que presenta mejor condición de todos de la región-, mientras que Puclaro a la misma fecha presentaba un 3%.
“Para recargar los embalses es importante la cantidad de nieve que caiga, pero sobre todo importa su calidad”, aseveró Freixas.
Por su parte Cristian Vilches, de la Dirección de Obras Hidráulicas (DOH), recalcó la necesidad de contar con más embalses, ya que “son claves para disponer de más agua, porque así discount viagra pills se evita que el recurso se pierda en el mar”, generic name for flagyl aunque sostuvo que para contar con mayor cantidad del vital recurso se debe mejorar la infraestructura de estas obras, debido a que el 35% del agua se pierde por conducción.
Mientras que Shelley MacDonell, glacióloga del CEAZA, dio a conocer el número de glaciares blancos y rocosos presentes en la zona, con 100 y 224, respectivamente, donde en el primero de ellos destaca el Tapado por su extensión. Sin embargo, indicó que este tipo de fuentes hídricas sólo puede llegar a aportar un 2% a los embalses.
Juan Quintana, jefe de la Oficina de Estudios Metereológicos de la Dirección Metereológica de Chile, dijo que hasta mayo de este año el panorama no es muy alentador en términos de registrarse precipitaciones y que las temperaturas estarán entre normal y cálida. También señaló que ese mes será clave para determinar lo que pueda ocurrir entre junio y agosto, “pero vemos que ese mes sería seco, lo que generalmente significa que los demás meses también lo serán”, sostuvo.
Además, indicó que “las anomalías de la temperatura superficial del mar y de la circulación atmosférica, presente en los últimos 10 años, son coherentes con la tendencia de la disminución de la precipitación en Chile central, incluida la Región de Coquimbo”.
En tanto, Fernando Santibáñez, ingeniero agrónomo bioclimatólogo de la U. de Chile, tal como lo afirmó Quintana, adelantó que las precipitaciones podrían ser muy escasas este año. Además se refirió a lo que pasará en el mediano plazo en la agricultura, indicando que, entre algunos aspectos, existiría un aumento de la agresividad de las plagas y enfermedades, ante lo cual será necesario sistemas más integrados de control; aumentaría la variabilidad climática, por lo que será clave mejores sistemas de monitoreo y alerta climática; y se vería una caída en la calidad de los frutos, lo que deberá ser contrarrestado con la relocalización de especies y variedades.
Asimismo indicó que a largo plazo la desertificación “para el 2050 tendrá un fuerte avance”.
Finalmente Alfonso Osorio, del Inia Intihuasi, señaló que los agricultores “ya deben tener claro la cantidad de agua que van a tener a principio de la temporada agrícola (el 1 mayo), para que así comiencen a planificar qué superficie puede realmente sustentar condiciones de sequía”.
Por eso, en su alocución entregó una serie de antecedentes de hasta qué volumen de agua por hectárea pueden soportar los cultivos en condiciones relativamente idóneas, e incluso dio consejos sobre lo que se podría hacer para que las plantas puedan sobrevivir en caso de una sequía total.