Esto tras la crisis que se vive en la actualidad por falta de mano de obra y el constante endeudamiento que tiene al 90% en quiebra.
La constante baja del dólar, las también bajas tasas canceladas por la exportadoras, la escases de la mano de obra, el alto nivel de las temperaturas en invierno, además de la sequía que se registra desde hace siete años, tienen en situación de quiebra a más del 90% de los medianos agricultores de uva de exportación del Valle de Elqui.
Según explican, desde el año 2008 que están en crisis los medianos agricultores elquinos, esto debido a las diversas clausulas que le han impuestos las exportadoras para vender sus productos. A ello se le suman las caudas detalladas anteriormente, lo que ha llevado a no poder levantarse de la crisis económica por la que pasan. Señalan que se encuentran con saldos en contra por lo que han tenido que revertir muchos de sus campos en otras alternativas, pero que ello causa un flujo de caja, por lo que los bancos no admiten financieramente dicha situación acreditándolos como clientes no viables, por lo que se encuentran “atados de manos” para poder solventar otros negocios.
Cristian Pinto Torres, Presidente de la Agricultores de Vicuña, sostuvo que éste es un tema que se le ha hecho saber a las autoridades gubernamentales y económicas del país, de quienes no han tenido respuesta alguna a esta grave crisis. El dirigente agregó que los escasos agricultores que salieron con algún saldo a favor no les alcanza ni para cubrir gastos operativos. “No se han podido renovar en maquinarias y muchos contemplan insumos del año pasado para poder de este modo amortiguar las grandes deudas que los acorralan. Esto se ha debido a que los recursos gubernamentales que se les inyecta a la agricultura es escasa y lógicamente repercutirá excesivamente en la contratación de mano de obra de este año, pues los agricultores no tienen como pagar sus deudas”, sostuvo.
En este sentido, y debido a la crisis, muchos ya han pensado en revertir sus campos con nuevas alternativas como son áreas de esparcimiento turístico, siembra de alfalfa, cebollas, papas. Sin embargo, esto no rentabiliza sus haberes, porque son de muy escasas ganancias. Por ejemplo una siembra de cebolla de 1 hectárea en seis meses les entrega una ganancia de $ 1.200.000 y si lo dividen por la cantidad de meses trabajados, quedan en contra, por lo que las exportadoras los tienen tomados del cuello y con graves consecuencias de perder sus campos, continuar con deudas y lógicamente sin sus ingresos mensuales.
Por su parte, el empresario agrícola René Ahumada Tapia, sostuvo que para que puedan costear sus insumos, manos de obra y la operatividad de sus campos de uva de exportación, el dólar debiera encontrarse por sobre los $540 para poder sacar la fruta al exterior. “Muchos estamos prácticamente quebrados, nos vemos obligados a vender nuestros campos, tenemos compromisos que cumplir y para ello debemos deshacernos de lo que tanto nos ha costado. Esto nos da mucha tristeza porque es lo único que sabemos hacer”.
En tanto, el propietario del campo El Parronal de Vicuña, Rodrigo Toro Espejo, enfatizó que esta situación es algo que hasta el momento no tiene solución. “Hemos buscado por todos lados soluciones, incluso he sembrado alfalfa en el campo, el que tenía para uva de exportación o de mesa, porque no podemos exportarla, sino que sólo venderla. Así que con la alfalfa le damos para el diario vivir, mientras esperamos que nos den una solución. Si no que de lo contrario deberé vender mis tierras que por un centenario han sido de mi familia y lo más triste quedaremos a brazos cruzados, porque no logro salir del hoyo”, dijo.
Los empresarios añadieron que en la actualidad no es rentable para los medianos y pequeños agricultores tener uva de exportación, ya que se les han cerrado las puertas en los bancos, en las exportadoras y lamentablemente no tienen recursos como para revertir los campos. “Soñamos, ante la crisis europea, que las autoridades puedan hacer algo, pero vamos para atrás sin retorno y vemos nuestros campos no aflorar, ya estamos educando a la familia para vender las tierras, lo triste es que le hemos señalado al Ministro (Pablo) Longueira que nosotros no sabemos hacer otra cosa que trabajar en el campo, no somos transportistas, no somos comerciante, no sabemos manejar otros rubros, no sabemos qué va a pasar”, sostuvo Toro Espejo.
El grave problema está latente, se puede constatar que los agricultores del ayer, quienes generaban puestos de trabajo, se encuentran solos en los campos, utilizando la antigua tropel de caballos, mulas y burros para arar, precarias maquinarias pues ya nadie quiere ayudarlos, ni las exportadoras, ni los bancos y menos la gente que han tomado trabajos en la minería, debido a los escasos recursos que cuentan en el área agrícola y la uva de exportación.