Covid-19 y su comportamiento social
Por: Ximena Fernández Barriga, académica UCEN Región de Coquimbo
La evidencia acerca del Coronavirus (SARS-CoV2) que se ha acumulado hasta ahora, indica que R0, es decir, la velocidad con que la enfermedad puede propagarse en una población es 2,3 pero en muchos casos puede llegar hasta 5,7. En términos simples esto quiere decir que, por cada persona contagiada, se pueden contagiar entre 2 a 6 personas. El objetivo de toda respuesta de salud pública durante una pandemia como la que estamos viviendo, consiste en aminorar o detener la propagación del virus mediante estrategias de mitigación que disminuyan el R0, ya sea por el cambio de la tasa de transmisión (distanciamiento social y cuarentenas) o por la disminución de la duración de la infecciosidad mediante el uso de antivíricos, que en este caso no existen para el Covid-19. Otra estrategia es reducir el número de individuos susceptibles mediante vacunación, que por el momento tampoco está disponible.
La evidencia ha demostrado también que entre el 30 y 50% de los contagiados pueden ser asintomáticos, es decir personas que tienen el virus pero que no desarrollan síntomas por un periodo prolongado de tiempo (eventualmente con el paso de los días sí desarrollarán algún síntoma), sin embargo, la enfermedad se encuentra activa y por lo tanto estas personas pueden propagarla. Estos pacientes conforman un grupo altamente peligroso, ya que al desconocer su condición podrían aumentar exponencialmente el número de contagios diarios en una comuna o localidad produciendo el tan temido colapso del sistema de salud.
De allí la importancia de aplicar en todo momento de nuestra vida cotidiana las medidas de distanciamiento físico y de higiene que tanto hemos escuchado y así comprometernos con esta nueva normalidad, el modo coronavirus de vivir.