Por Alexis Valenzuela Mayorga, Seremi de Salud.
Desde 1807, nuestro país ha implementado estrategias de vacunación para la prevención de distintas enfermedades. En un inicio fue la Viruela, un hito importante en la salud pública, ya que ayudó a erradicar una enfermedad que causaba estragos en la población. Con el avance de la ciencia, se han incorporado vacunas para prevenir diversas enfermedades, como el sarampión, la rubéola, la poliomielitis y, más recientemente, la meningitis.
En este contexto, el Ministerio de Salud incorporó a partir del mes de noviembre una nueva dosis de vacuna a los 18 meses que protege contra la Enfermedad Meningocócica serogrupo B. Esta estrategia se suma al esquema de vacunación primario implementada en el calendario de vacunación del Programa Nacional de Inmunizaciones, donde a los lactantes de 2 y 4 meses, reciben sus dosis de protección contra esta importante enfermedad.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, el meningococo es una de
las bacterias que causan meningitis en el mundo. Son infecciones que pueden afectar diferentes partes del cuerpo y con una alta letalidad.
Por ello, la incorporación de una nueva dosis de refuerzo al esquema primario, tiene como principal objetivo proteger contra la enfermedad meningocócica serogrupo B a toda la población infantil, sin distinción de origen. Además, aborda la vulnerabilidad social, que es un factor crítico en la propagación de esta enfermedad. La meningitis puede ser devastadora, y la prevención es clave, especialmente en poblaciones de riesgo.
En este sentido, la decisión del Gobierno del Presidente Gabriel Boric, de incorporar un refuerzo de vacunación contra la Meningitis, es un avance en inmunización que busca proteger a toda la población, y reducir la carga de enfermedades infecciosas. Además, nos recuerda lo que aprendimos en la pandemia, las vacunas son una herramienta poderosa que salvan vidas y previenen brotes de enfermedades.