Por: Dr. Álvaro Leyton, académico de la carrera de Enfermería de la Universidad Central Región Coquimbo.
Con la conmemoración del Día Internacional del Cáncer de Mama, y considerando que en Chile octubre es el mes de la prevención, es crucial hablar sobre el rol de los hombres en esta causa.
Si bien el riesgo de padecer cáncer de mama en hombres es de 1 cada 1000 personas, en comparación con 1 cada 8 para las mujeres, los hombres tienen un rol clave en la promoción de hábitos saludables y en la prevención de esta patología, que cada año afecta a 2.3 millones de personas y cobra 670,000 vidas a nivel mundial, según datos de la OMS.
Actualmente, existen importantes campañas de promoción y prevención, impulsadas por el gobierno y diversas instituciones, enfocadas principalmente en la detección temprana de cualquier anomalía en las mamas, dirigidas principalmente a mujeres. Sin embargo, también ha habido instancias que resaltan el papel de las parejas en la detección. Y no se trata solo de la observación directa o de colaborar en el autoexamen, sino de promover la concientización y cambios de hábitos saludables, así como de facilitar el autocuidado mediante la gestión de tiempos para exámenes por imágenes, consultas médicas y la realización de mamografías. El apoyo también puede venir a través del acceso a información útil, como el seguimiento de operativos de salud y campañas a través de redes sociales y de sus CESFAM.
Una vez más, aparece la necesidad de la coparentalidad y de compartir los roles de cuidado como pilares para favorecer la salud de las mujeres. Este concepto también puede extenderse a la salud mental, permitiendo tiempos de ocio, descanso y recreación.
Sin lugar a dudas, los roles de género se presentan nuevamente como limitantes que afectan las posibilidades de las mujeres para cuidar su salud, desarrollarse personalmente y disfrutar de su bienestar. Por eso, es fundamental que los hombres, como compañeros, comprendamos que nuestras acciones u omisiones pueden tener un impacto directo en la salud de quienes nos rodean.
La invitación es a que los hombres asuman un rol activo en la salud de sus compañeras y familias, promoviendo el autocuidado y compartiendo las responsabilidades del día a día. No se trata solo de apoyar en la realización de mamografías, sino de facilitar una vida equilibrada, donde la salud física y mental sean prioridades compartidas. El cáncer de mama es una lucha de todos, y nuestro apoyo puede marcar una diferencia significativa.