Recordando a los Líderes Locales Caídos Bajo la Dictadura Militar en Vicuña
La ciudad de Vicuña, ubicada en la región de Coquimbo, Chile, recientemente rindió un sentido homenaje a dos destacados líderes locales que perdieron la vida durante la brutal dictadura militar encabezada por Augusto Pinochet. Carlos Enrique Alcayaga Varela y Jorge Manuel Vásquez Matamala fueron conmemorados con la instalación de placas en su honor, un acto cargado de emoción y significado para la comunidad.
El Legado de Carlos Enrique Alcayaga Varela
Nacido en una familia marcada por la tragedia, Carlos Enrique Alcayaga Varela tuvo que enfrentar la pérdida temprana de su madre y su padre, lo que lo obligó a dejar sus estudios y dedicarse a trabajar desde una edad muy joven. Sin embargo, este duro comienzo no apagó su espíritu de lucha y compromiso social.
Alcayaga se unió a las Juventudes Comunistas en Copiapó, donde conoció a su futura esposa, Guillermina Zepeda. Juntos, motivados por los vientos de cambio que soplaban con la candidatura de Salvador Allende, dejaron atrás su militancia comunista para sumarse al Movimiento de Acción Popular Unitaria (MAPU).
Una vez que Allende asumió la presidencia, Alcayaga fue propuesto como candidato a la CUT (Central Única de Trabajadores) de La Serena, siendo elegido secretario general. Además, asumió el cargo de encargado político del comité local del MAPU en Vicuña, destacándose por su humildad, sencillez y cercanía con la comunidad.
Lamentablemente, el 11 de septiembre de 1973 marcó un quiebre trágico en la vida de Alcayaga. Al escuchar las noticias del golpe de Estado, salió a alertar a sus compañeros y a la comunidad de Vicuña sobre lo que se avecinaba. Fue detenido el 13 de octubre y, el 16 de ese mismo mes, por orden del capitán Sergio Arellano Stark, integrante de la infame Caravana de la Muerte, fue fusilado junto a otros 14 compañeros.
Las acusaciones en su contra, como haber sustraído explosivos del polvorín de Contador y ser «instructor de manejo de explosivos en una escuela de guerrilleros», fueron completamente falsas. Alcayaga, al igual que otros, fue ejecutado por pensar de manera diferente y estar del lado del pueblo.
El Recorrido de Jorge Manuel Vásquez Matamala
Oriundo de Parra, Jorge Manuel Vásquez Matamala tuvo una infancia marcada por los constantes traslados de su padre, sargento de Carabineros. Desde temprana edad, Vásquez demostró ser un joven responsable, estudioso y comprometido con las causas sociales.
Tras trabajar en las salitreras de Iquique, donde conoció a su esposa Nora, Vásquez se trasladó a la mina de El Tofo, en Coquimbo. Allí se convirtió en un activo dirigente sindical, destacándose por su liderazgo y defensa de los derechos de los trabajadores. Incluso, durante una huelga, rechazó tentadoras ofertas de los dueños de la mina, manteniéndose firme en su lucha.
Con el triunfo de la Unidad Popular, Vásquez fue nombrado gobernador de Vicuña por el presidente Salvador Allende. Desde ese cargo, buscó implementar adecuadamente las medidas del gobierno, manteniendo un fuerte vínculo con la comunidad y las fuerzas de Carabineros.
Sin embargo, tras el golpe de Estado, Vásquez tuvo que entregar su cargo y retirarse a Coquimbo, donde intentaba resguardarse. Finalmente, fue detenido en la localidad de Rivadavia y trasladado a la comisaría de Vicuña, donde fue asesinado el 16 de septiembre de 1973, supuestamente por «resistir y desobedecer» a las fuerzas del orden.
Al igual que Alcayaga, Vásquez fue víctima de la violación sistemática de sus derechos humanos, ejecutado por pensar de manera diferente y estar del lado del pueblo.
Un Homenaje Cargado de Emoción y Significado
Cincuenta años después de estos trágicos acontecimientos, la ciudad de Vicuña se reunió para rendir un merecido homenaje a Alcayaga y Vásquez, dos líderes locales que entregaron sus vidas en defensa de la democracia y los derechos de los trabajadores.
La ceremonia «Vicuña: Huellas de Memoria y Vida» fue organizada por la Corporación de Memoria MAPU y la Ilustre Municipalidad de Vicuña, contando con la presencia de autoridades locales, como el alcalde Rafael Vera Castillo y la concejala Carol Alcayaga Callejas, así como familiares y miembros de la comunidad.
Durante el evento, se instalaron placas conmemorativas en el frente de la escuela Lucila Godoy Alcayaga, un hito simbólico que busca mantener viva la memoria de estas dos víctimas de la dictadura militar. Familiares como Carolina Vásquez, nieta de Jorge Manuel, y Luisa Flores Alcayaga, nieta de Carlos Enrique, expresaron su agradecimiento y emoción por este espacio de remembranza.
Raúl Fernández Bacciarini, presidente de la Corporación de Memoria MAPU, destacó que el objetivo de esta agrupación es mantener vivo el recuerdo de quienes tuvieron sus sueños truncados por el golpe de Estado, sin ánimo de venganza, sino de justicia.
Por su parte, el alcalde Vera Castillo reconoció que, si bien durante la dictadura no se pudo hacer más, este tipo de actividades son fundamentales para mantener viva la memoria de las víctimas y evitar que una tragedia de esta magnitud vuelva a ocurrir.