Por: Juan Carlos Robles; (Chapilca)
He luchado con la muerte infinita
boca a boca el aliento sutil
que separa el alfa y la omega
de aquel que no quiere morir
He manchado en charcos de sangre
mis trémulas manos intentando sellar
el reguero de vida que escapa
de aquel que no quiere marchar
He cortado el cordón de la vida
con mano certera y me he puesto a mecer
en mis brazos aquella criatura
que en medio del campo acaba de nacer
He dejado dormir en mis brazos
el anciano que no quiere seguir
y he bajado con ternura sus parpados
con una oración lo he dejado partir
Quejumbrosa la tos de romero
con la tisis no puede dormir
presuroso le llevo un alivio
con el alba deberá sonreír
En la cruz de sagrado madero
te entregaste señor; en alianza final
yo he intentado seguir tu camino
hoy te pido perdón por quererte emular