“Luchito Aguirre”: La disponibilidad y voluntad hecha hombre
A la falta de movilización y métodos de transporte “Luchito Aguirre” estaba para los mandados.
El convertirse en “Personaje Típico” de una localidad no es menor. El ser recordado con cariño y nostalgia es mucho más. Marcar un hito con valores tan nobles como la voluntad, el desinterés y la disponibilidad diaria a ayudar es algo que sólo algunos podrán contar al dejar este mundo.
Este es el caso de don Juan Luís Aguirre Aguirre, conocido y recordado en Villaseca como “Luchito Aguirre”. El representaba el papel de mayordomo, junior, sirviente, asistente, colaborador. Pero no de una familia, sino que de todo el pueblo.
A la falta de movilización y métodos de transporte “Luchito Aguirre” estaba para los mandados. A veces recibía dinero a cambio, ropa usada, comida, regalos, pero también a veces simplemente no recibía nada a cambio, “lo pasaban por alto”. Pero eso no era dificultad para él con el fin último de cumplir con sus “obligaciones”. Deberes que en el fondo nadie le obligaba, sólo era su eterna voluntad y ganas de ayudar.
Juan Luís Aguirre nació el 05 de junio de 1918 y falleció a la edad de 82 años el 28 de febrero del 2001, día de absoluta tristeza para Villaseca, cuando tuvieron que ir a despedir a uno de los personajes más queridos de la comunidad, quien descansa en el cementerio de la localidad.
Su inalcanzable caminar con sus carritos lo llevaban a Vicuña a comprar parafina, a buscar agua al canal Alto Peralillo para cada uno de los hogares del pueblo. Así también a comprar algún bebestible a la botillería del Chiro Cabrera, sin duda uno de los lugares más asistidos los fines de semana y en las fiestas. “A veces uno lo veía muy cansado con las dama juanas y los chuicos amarrados en mimbre, no se alcanzaba a secar la cara cuando se mojaba por lo cansado y se mandaba de nuevo. Era un eterno caminar que a veces tenía recompensa pero muchas también no recibía nada a cambio. Él tenía una disponibilidad increíble, el mismo se ofrecía”, lo recuerdan.
Lamentablemente este hombre reflejado en el concepto de voluntad, no dejó descendencia, hijos que quizás hubiesen seguido por el mismo camino de ayudar al prójimo sin esperar absolutamente nada a cambio. En todo caso, este eterno soltero, que dedico su vida a apoyar a cada uno de los vecinos, con recursos muy escasos, será siempre recordado con cariño y mucho amor por Villaseca, por lo mismo el homenaje que se le hace en este libro de foto relato.